Cuando se encuentre de vacaciones en alguno de los destinos más atractivos de México, no dude en aventurarse fuera de los límites de su resort para explorar y descubrir los sitios arqueológicos y el legado cultural de algunas de las civilizaciones antiguas más importantes de México. Mientras camina a través de las ruinas de estas antiguas ciudades Mesoamericanas, es muy probable que usted se tope con lo que parece ser una gran cancha de juego, el sitio en donde se llevaba a cabo el famoso juego de pelota mesoamericano.
El gran juego de pelota, cuyo origen se ubica hacia el año 1400 a.C., fue un deporte y un rito practicado por muchas civilizaciones precolombinas de Mesoamérica. Aunque el juego muchas veces incorporaba aspectos religiosos y políticos, otras veces simplemente se jugaba con fines recreativos. Muchos científicos también creen que el juego era una manera de aliviar tensiones y evitar conflictos asociados con pleitos por tierras, desacuerdos sobre la imposición de impuestos y el control del comercio, entre otros. En otras palabras, el juego de pelota mesoamericano con frecuencia se utilizó como una alternativa a la guerra.
Aunque las reglas precisas del juego se desconocen, ulama, una versión moderna del juego que se sigue practicando en algunas partes de México y de Guatemala, arroja cierta luz sobre cómo se practicaba este deporte en Mesoamérica. Se cree que la meta principal del juego era mantener la pelota en juego y evitar que ésta tocara el suelo. La pelota, que estaba hecha de hule y que podía pesar hasta cuatro kilos, representaba el sol. En la versión más difundida del juego, los jugadores golpeaban la pelota con las caderas, los codos y las rodillas. Los aros de piedra que se encuentran pegados a las paredes laterales de la cancha se incorporaron después, cambiando las reglas del juego por completo. También se creía que los ganadores del juego eran protegidos y apoyados por los dioses.
De acuerdo al registro arqueológico, la relación entre el sacrificio humano y el juego de pelota aparece no antes de la época Clásica. Aunque aún no se tiene claro si el equipo ganador o el equipo perdedor era sacrificado, la decapitación de los jugadores está estrechamente relacionada con el juego de pelota, particularmente en las culturas clásicas de Veracruz y de los mayas.
Los campos de juego de pelota se pueden encontrar a lo largo de toda la región de Mesoamérica; tan lejos al norte como el estado de Arizona, y tan lejos al sur como la región sur de Nicaragua. Sin embargo, algunas de las ciudades antiguas que cuentan con los campos de juego de pelota más increíbles y mejor conservados se encuentran en México. A continuación le compartimos nuestras favoritas:
- Monte Albán en el estado de Oaxaca
- Chichén Itzá en el estado de Yucatán
- Uxmal en el estado de Yucatán
- Yagul en el estado de Oaxaca
- Xochicalco en el estado de Morelos
- Cobá en el estado de Quintana Roo