Rodrigo y Enrique Rivero Lake, Un Clásico de Clásicos

In Arquitectura y Diseño by Isabella Moreno

Rodrigo y Enrique Rivero Lake se distinguen por tres cualidades: el enorme respeto por al cultura en sus más diversas manifestaciones, el amor por el arte y su irrevocable compromiso profesional como anticuario. Viven buscando en México y el mundo las piezas más bellas, exóticas y sofisticadas. Sabe que un verdadero anticuario sirve como facilitador. Esto es: tiene la obligación de encontrar para sus piezas a los guardianes que las preservaran para generaciones futuras.Al final de cuentas, las piezas no son nuestras, son por definición atemporales, y simplemente estarán con nosotros por un tiempo hasta que pasen a otras manos, hasta que encuentren a sus nuevos guardianes. De esto y en base a esto se ha creado desde hace muchos años alrededor del nombre de Enrique Rivero Lake
un núcleo de tesoros y piezas que tienen una historia, identidad y muchas de ellas son completamente únicas.

Es un espacio que se ha pasado de generación en generación, el amor por el arte, por los objetos que nos acompañan a lo largo de nuestra vida. Estos son cómplices de nuestra vida, son cómplices de las manos que los crearon en otra época, para otro uso, con otros materiales y seguirán siendo contemplados utilizados y como hilo conductor de la humanidad por el resto de su existencia. Esa es la belleza del objeto en la historia de la humanidad y en este espacio en la Ciudad de México saben darle el valor que se merece.

 

 

 

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