La Casa Azul de Frida Kahlo

In Arquitectura y Diseño by Isabella Moreno

Coyoacán es una de las delegaciones mas folklóricas de la Ciudad de México. Tiene Mercados, un centro con dos plazas, La Iglesia de San Juan Bautista que data del año 1804, kioscos, la fuente de los Coyotes –símbolo de la delegación-, restaurantes, cafés, heladerías, palmeras, vegetación, globeros, vendedores de esquites y de algodones de azúcar, organilleros y siempre gente recorriendo sus calles, artistas, tarot y mucho más. Es uno de los sitios que sin duda es favorito de los residentes y de los extranjeros. Conserva el carácter popular mexicano. Dentro de las muchas actividades que ofrece esta hermosa zona de la Ciudad de México es la conocida se encuentra la “Casa Azul“, residencia de la Familia de Frida Kahlo.

Ubicada en la calle de Londres 247, en uno de los barrios más bellos y antiguos de la Ciudad de México, la Casa Azul fue convertida en museo en 1958, cuatro años después de la muerte de la pintora. Hoy es uno de los museos más concurridos en la capital mexicana: mensualmente recibe cerca de 25 mil visitantes, 45% de ellos extranjeros.

La casa de la Familia Kahlo es hoy un museo, esto por la explosiva fama de la artista mexicana Frida Kahlo, ícono nacional reconocido globalmente. Es un punto que siempre tiene una larga fila de espera en la entrada y donde los camiones turistas de Coyoacán hacen una parada obligada. Es posible comprar boletos para visitar el museo por la página web del sitio.

No sólo la casa es fascinante por la ubicación envidiable dentro de la Ciudad, sino por entender la relación del arte de Frida con su casa, con esta casa. A pesar de casarse con Diego Rivera y vivir en el estudio que les hizo Juan O’Gorman y vivir en el extranjero, la Casa Azul siempre fue punto de retorno para Frida Kahlo. Los materiales naturales, la piedra, la madera, el color de los pisos de concreto pulido, la decoración mexicana, la esencia de cada espacio se siente viva aún siendo un museo. EL patio con fuentes y vegetación desbordante convierten la experiencia de visitar el espacio en una sensación surrealista.

La Casa Azul tiene de las obras más importantes de la pintora mexicana, así como los objetos que conformaban su vida: desde la cama en la que dormía, la colección de objetos que formaban su entorno, la cocina, el cuarto de visita de Diego Rivera, la historia de su vida y mucho más. Es, al igual que el camión de turismo de Coyoacán, una visita obligada para todos.

 

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