Tanto si eres visitante o residente de la maravillosa Ciudad de México, es importante en estas fechas tener nuevos horizontes que recorrer. Una de las características más increíbles de la Cd. de México es que contiene la mayor cantidad de museos en América y ocupa el segundo lugar mundial después de Londres. La cantidad de arte que tiene este Ciudad tanto en exposiciones, en las bodegas de los museos y galerías así como la cantidad que se produce diario en esta misma ciudad es inacabable. Uno de los museos más emblemáticos de la Ciudad es el Museo Nacional de Antropología.
La idea de crear el emblemático Museo de Antropología comienza con los pocos requisitos cumplidos por la antigua sede en el Centro de la Ciudad de México, hoy el Museo Nacional de las Culturas. Diseñaron un espacio que fuera apto para poder proteger, investigar y difundir las colecciones arqueológicas y etnográficas. La construcción comenzó en la década de los 60’s tras el empuje constante de Justo Sierra. El nuevo museo se planteó como recuperación de antiguos mundos indígenas pasados y actuales derivados de la profesionalización de estudios antropológicos, arqueológicos e históricos.
Tanto la Arquitectura como la construcción son proyectos ambiciosos que requirieron de toda la capacidad y energía para llevarlos a cabo perfectamente. La ubicación es en el corazón de Bosque de Chapultepec sobre una superficie de 70 000 metros cuadrados. La estratégica ubicación crea una afinidad palpan con el entorno natural. El diseño fue reflejo del respeto y admiración por los pueblos prehispánicos. El museo es obra del Arq. Pedro Ramírez Vázquez, desde su oficina en conjunto con la asesoría del Consejo Ejecutivo, se coordinaron las exploraciones arqueológicas y etnográficas, se organizó el transporte de grandes piezas desde diversas partes del país y se supervisó el traslado de todo el acervo del antiguo Museo en la Calle de Moneda así como las instalaciones museográficas. La construcción total del museo tomó diecinueve meses, entre febrero de 1963-septiembre 1964. Para vivir la experiencia completa es necesario presenciar el lugar, desde el vestíbulo, el increíble patio central y la colección que te transporta a otro universo.